Rubén Palomares del Puerto
Nací entre
pinceles.

Crecí viendo cómo el arte podía convertir un simple telón en un mundo entero.

Nací entre pinceles, en una familia de escenógrafos.

Crecí viendo cómo el arte podía convertir un simple telón en un mundo entero.

Mi padre tenía una frase que nunca olvido:

“Que nunca se note la herramienta”.

Y yo, cabezota como pocos, me propuse convertir esa lección en mi mantra.

Así soy.

Rubén Palomares - Palo - artista polifacético

Llegué a memorizar los colores como si fueran viejos amigos: por su referencia en las cartas de pintura. Y cuando creía que lo tenía todo bajo control, la vida decidió comentarme algo importante :

Soy daltónico.

Imagínate. Un pintor que no ve los colores como los demás. Fue como si alguien me apagara las luces.

-Ya está. No puedo seguir..., pensé.

Hasta que apareció ella.

María de los Reyes Amil, mi Endomaga.

Una mujer que vio lo que yo era incapaz de ver. Le confesé mi “defecto”, esperando lástima.

Pero lo que me dio fue una verdad tan simple como demoledora:

“Lo que tú llamas defecto es tu magia.
Pintas desde un lugar único, desde el alma.”

Mi forma de ver los colores no era un problema, sino un don. Porque los colores no necesitan nombres; son energía, vibración.

No pinto para cualquiera.

Pinto para almas despiertas, para aquellos que sienten.

¿Crees que has llegado aquí por casualidad?
No lo creo.

Uno de los cuadros.., te está buscando...

Uno de mis cuadros.., te está buscando...

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